Tener una moto es apasionante, de eso no hay duda. Más que un vehículo se vuelve un elemento importante de tu vida, en ella imprimes parte importante de tu tiempo y tus energías, y muchas veces tus vivencias junto a ella terminan escribiendo páginas de tu personalidad. Por eso hoy quiero contarte acerca de mi primera moto y mi historia con las motos, para asi compartir contigo algunas anécdotas que posiblemente te inspiren en tu propia ruta.
Tengo moto desde los 20 años aproximadamente (ahora tengo 32). Me gustaron desde niño y cuando finalmente pude tener la mía, la emoción fue indescriptible. Caracas, mi ciudad natal, es una urbe rápida y congestionada. Su topografía montañosa y la gran cantidad de vehículos que la recorren a diario hacen que sea mucho más agradable andar en moto que en auto. Definitivamente es un lugar que forma buenos motociclistas.
Una moto automática como mi primera moto
Sí, lo sé. Siempre se ha dicho que uno debe iniciarse con una moto de transmisión mecánica, o sincrónica como les decimos en mi país. Es lo más recomendable, porque de una te acostumbras a engranar cambios, a conocer el embrague y a desarrollar el oído necesario para avanzar entre velocidades de acuerdo a las revoluciones.
Pero por cosas de la vida yo empecé mi historia con las motos con una automática. De hecho, mis primeras dos motos fueron automáticas. Y las dos fueron scooters Matrix 150. Reemplacé a la primera por otra del mismo modelo, pero actualizando a un año más reciente
Ventajas de aprender en una moto automática
- Al no tener que estar pendiente de los cambios, pude enfocarme en conocer las demás habilidades inherentes a la conducción. Dar marcha, detenerme, tomar correctamente una curva, cruzar, sobrepasar autos, entre otras maniobras básicas y de ahí pasar a las más complejas. En este punto, lo más importante fue entender la seguridad vial.
- Tiempo para prácticar con una moto de cambios. Yo sabía que tenía que aprender también a dominar la transmisión mecánica, y para ello practicaba en la moto de un primo, quien con mucha amabilidad me la prestaba y también me daba valiosos consejos e indicaciones.
Keeway TX150: mi primera moto mecánica
La primera moto mecánica en mi historia con las motos fue una Keeway TX150, y gracias a las prácticas en la moto de mi primo no tuve dificultades para adaptarme a la nueva modalidad.
Y como en esa época trabajaba como vendedor en terreno, todo el día estaba manejando la moto para trasladarme de un cliente a otro. Así que oportunidades de seguir practicando no me faltaron.
Fue en esta etapa donde desarrollé mejor mis skills de conducción. Pude combinar mi conocimiento sobre maniobrabilidad con la habilidad de sincronizar mi oído con el motor y el embrague. Y aquí te doy otro tip: cuando estamos manejando la moto lo ideal es entrenar el oído para pasar las velocidades, no estar mirando el tacómetro.
Después volví a las automáticas con una moto que siempre quise tener: una Outlook. Cuando compré la Matrix, unos socios de mi padrastro compraron dos motos de este modelo y mi padrastro y yo le hicimos el favor a sus socios de llevarlas hasta sus casa. Nos dimos cuenta que la moto era muy llamativa y desde allí supe que debía tener una. Terminé comprando la moto que yo trasladé.
Y esa Outlook lamentablemente me la robaron. Pero esa es otro capítulo en mi historia con las motos. De todas maneras, de esa experiencia también aprendí muchísimo y aquí te dejo unos tips de seguridad en la moto para que no te pase a tí.
Benelli 180S, compañera actual
En Chile me decidí por una moto Benelli 180S. Después de investigar mucho, ver sus prestaciones tecnológicas y conocer sus especificacionesme decidí por ella. Básicamente fue una moto hecha para competir con los modelos de 200cc a un mejor precio.
Mis otras opciones eran la Bajaj Pulsar NS 200 y la Honda CB 190. Me ha ido muy bien con la Benelli, es una moto muy buena y la conservo en perfecto estado.
Aspiro comprarme una Benelli TRK 251 o una Bajaj Dominar 250. La primera porque le he tomado cariño personal y costumbre a la marca Benelli, y la segunda es una moto excepcional, atractiva y poderosa, que cualquiera quisiera tener.
Lo importante de poner atención
Hay que estar muy atentos en la vía, porque tu puedes conducir muy bien y ser muy prudente, pero no todos en el camino lo serán. Por eso hay que poner atención por uno mismo y por los demás.
Uno de los sustos que pasé en mi historia con las motos fue una vez que iba por la calzada izquierda en una calle de tres carriles, y una persona que iba en su auto delante de mí se lanzó hacia la izquierda sin señalizar y supongo que sin ver por el retrovisor, y me forzó a hacer una maniobra abrupta de frenado. Y ni siquiera lo hizo para cambiar de canal, sino para estacionarse junto en la vereda izquierda.
Puedo asegurar que me faltó menos de medio metro para llegar a la puerta del auto. Lo que me salvó -y a esa persona y su auto- fue que estuve atento siempre y pude reaccionar justo a tiempo.
¿Cuál es la mejor cilindrada para aprender?
La opinión general es que lo mejor para iniciarse es una moto de la menor cilindrada posible, de 100cc o máximo 125cc. Sin embargo, una vez conversando con un amigo él me planteaba “¿por qué no aprender en una 250cc o 300cc? Y así cuando tomes las más pequeñas te resultará más sencillo”.
Claro está, que aprender no es tomar por primera vez una moto de 300 cc y lanzarte a las vías a exponerte, sino más bien asistir a una escuela de conducción donde recibas la formación de parte de un profesional y con un programa acorde a tu nivel de experiencia y a la cilindrada.
Recordemos que aprender a conducir una moto no es solo engranar velocidades y mantener el equilibrio. También es tomar curvas, mirar por los retrovisores, controlar el peso de la moto, interactuar en la vía con el tránsito.
A todos nos gusta ir subiendo de cilindrada, no obstante, para el día a día en ciudad tampoco vale tanto la pena tener una moto de tan alta cilindrada.
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